Llegó el cumple de mi maridito, el que aguanta que tenga la casa llena de artilugos para mis tartas, cupcakes, cookies y las etiquetas, troqueles, cintas, etc, etc,....
Por supuesto también es la persona que me ha dado lo más importante en mi vida, mis hijas.
Y tiene un trabajo duro, aunque cuando se ven los resultados es muy gratificante que a las personas a las que le cambia la cocina, el baño, la casa del pueblo o simplemente les arregla la terraza, les guste su trabajo y lo valoren.
Yo valoro mucho su esfuerzo en su trabajo y en casa, que cuida de sus hijas y de mí más que de él mismo.
Y después de elogiar a "mi albañil" (que por cierto, me acaba de hacer un armario para mis cositas en la terraza que flipas,jjj) aquí va la tarta sorpresa que le regalé:
A lo mejor os resulta algo escatológica, pero os aseguro que cuando la saqué a la mesa sólo provocó asombro y risas. Ya ves, todos imaginando la pose de un albañil,..., en fin,jjjjjj
Unos detalles del pantalón con algunas herramientas el oficio (metro, lápiz y tiza).
Y he aquí lo que más le gustó: el logo de la empresa dibujado en la camiseta. Lo véis del revés porque veis la camiseta como si estuviera puesta, claro.
En ésta foto también se ve la paleta y un murete de ladrillos.
Me gustó mucho el resultado, y siento no haber hecho foto al corte porque llevaba 4 bizcochos, para que fuera bien alta.
¡MUCHAS FELICIDADES, AMOR!